Una exportación no tradicional

Estuvo de moda hace algún tiempo hablar de exportaciones no tradicionales, a propósito de esa enorme cantidad de co­sas nuevas que se empezaron a exportar superando la costumbre inveterada que había en Chile de ser un país monoexportador, pues lo único que enviábamos al extranjero era el cobre. Ahora que el Curso de Leyes de los Sagrados Corazones está cumplien­do 110 años de existencia como Escuela de Derecho de la Ponti­ficia Universidad Católica de Valparaíso, es ocasión propicia para traer a recuerdo una exportación no tradicional de la que el Cur­so de Leyes fue protagonista a principios del siglo XX.

En 1894, el Colegio de los Sagrados Corazones de Valparaíso resolvió iniciar un Curso de Leyes. Los padres franceses habían llegado a mediados de siglo a Chile de camino a la Polinesia, pero algunos de ellos se habían quedado en Chile y habían fundado en Valparaíso el colegio que todavía funciona en la calle Independencia. Fue en dichas aulas donde empezó su andadura histórica la primera Escuela de Derecho que funcionara en Chile fuera de Santiago. Los directores del Curso fueron todos al principio padres de la Congregación de los Sagrados Corazones como asimismo algunos de sus profesores. Se trataba de una experiencia universitaria novedosa y una vía de primera calidad para la evangelización no sólo a nivel de colegios, sino también a nivel de cursos universitarios.

La congregación había inaugurado igualmente un colegio en Lima, el colegio de la Recoleta, situado frente a la Plaza Francia. Superior de la Congregación en Perú era, por curiosa coinciden­cia, el padre Florentino Prat, quien, con la experiencia del Curso de Leyes que sus compañeros de hábito tenían establecido en Valparaíso, concibió la idea de inaugurar uno equivalente en la capital del Perú. En junio de 1916 visitó Lima el padre provin­cial que era el padre Vicente Monge, directo, precisamente, del Curso de Leyes de Valparaíso, visita que permitió que quedara firmemente aprobado el plan de instalar en Lima un estableci­miento académico similar, para lo que, al igual que en Valparaíso, se utilizarían algunas salas disponibles en el local del Colegio de la Recoleta.

El plan original era modesto y se encargó al padre Jorge Dintilhac llevarlo adelante, por ser el único miembro de la comunidad limeña con el grado de doctor en teología que había ob­tenido en la Universidad de San Marcos de la capital peruana.

El gobierno peruano dio su aprobación inicial al Curso, pero cedió al Consejo Universitario de la Universidad de San Marcos la opción de pronunciarse sobre la validez oficial de los exámenes de la naciente academia, lo que significó un duro revés a la iniciativa por la animadversión con que muchos catedráticos de la Universidad de San Marcos miraban este proyecto. Esto hizo que el padre Dintilhac decidiera cambiar el proyecto inicial y optar por la decidida fundación de una universidad católica. De esta manera, la iniciativa que los padres franceses en Valparaíso junto con un grupo de laicos comprometidos con su fe habían llevado adelante con el Curso de Leyes, fue el punto de partida de la actual Universidad Católica de Lima que, desde esos años ha ido desarrollándose hasta transformarse en la actualidad en la mejor universidad peruana, dotada por la Santa Sede, al igual que la Universidad Católica de Valparaíso, con el título de Pontificia.

Al cumplirse los 110 años del Curso de Leyes de los Sagrados Corazones, hoy Escuela de Derecho de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, resulta grato recordar lo que bien podría­mos denominar una exportación no tradicional del Curso de Leyes de los Sagrados Corazones. La semilla plantada en Valparaíso por esos hombres visionarios en el lejano 1894 ha dado frutos abundantes dentro y fuera de nuestra patria.